Cuando llega a tal extremo el sufrimiento que las lágrimas son arena del desierto, que los ojos arrojan virulentos, se calcinan los surcos de la

Una me das de cal Señor y otra de arena, no me dejas tocar ni Sol ni Luna, no me dejas pisar cielo ni tierra,

¿Sabes…? Hoy tampoco he dormido por donarte mañana esta herencia de sueños, que almaceno en mi alma y que entregarte quiero. Deseo dejarte algo cuando

Si toda la ternura de mi sangre no logró ablandar tu pétreo muro, es que no fuí la hembra de tu carne, ni el suspiro

Subiendo por la calleja tristes los hermosos ojos de la mocita morena, llenos de luz que se apaga los profundos de la vieja. Imágenes Relacionadas:

Se van cumpliendo los sueños, ya no soy la Cenicienta, cuando me encaje el zapato aflorará la princesa. Los días no son tan largos aunque

Tú me hundes Señor y tú me ensalzas, tan pronto me das cielo como infierno, me subes a las nubes o me estrellas, me das

Temes cuando estoy callada y yo te digo no temas, sigo aquí. Estoy velando tu sueño aunque ya no seas mi dueño ocupándome de ti.

Soy como soy y aunque nadie se lo crea tanto bueno me he perdido por vivir a mi manera. Soy como soy. A ratos mariposa

Por azares del cielo naciste en el silencio, pero eres rica en alma tu corazón es grande tu encanto, portentoso y tus ojos expresan Imágenes