No tengo nada… ¡Estoy tan sola…!
Me he negado a saberlo tanto tiempo…
teniendo a mano siempre alguna excusa,
para explicar este dolor intenso.
No tengo nada… ¡Estoy tan sola…!
Ya no se en que creer, es tanto el miedo,
descubro de repente casi helada…
si algo he tenido siempre, han sido sueños.
Logré con ellos rellenar vacios
y a fuerza de tapar tanto agujero,
forjé con mi mente mil historias
por no reconocer mi desaliento.
Tan solo tuve y tengo unos pinceles
para sacar colores del silencio,
tan solo siempre, algún papel a mano,
para llorar a solas mí tormento.
He logrado vivir del largo engaño,
diciéndome a diario, ¡No estoy sola!,
sustentando los muros de la ausencia
con cuentos que a mi misma me he contado.
Y dando tumbos, de una pared a otra,
hoy de repente, se me cayó la venda.
¡No tengo nada! ¿A que seguir mintiendo?
¡Estoy sola, estoy sola! ¡Al fin me he dado cuenta!
No se puede soñar eternamente.
Los sueños… también mueren un día…
Mañana gritaré a los cuatro vientos,
que estoy terriblemente sola, pero no estoy vacía.
pero llena de vida.